El Parralejo y Victorino, en Sevilla
En la línea de las últimas temporadas, Miguel Ángel Perera comparecerá dos tardes también en la Feria de Abril de Sevilla de 2022. Serán los días 28 y 30 de abril ante los toros de El Parralejo y de Victorino Martín, respectivamente. El torero extremeño, por tanto, prolonga al serial hispalense su apuesta ya en Castellón al anunciarse con los toros de Victorino.
Es la primera vez que se medirá a ellos en una plaza de primera categoría. “Me motiva mucho. Quiero que 2022 sea un año de retos. Me apetece mucho ponerme a prueba a mí mismo, me alimenta. Y Sevilla es una plaza ideal para afrontar retos”, asegura el pacense, que ya el año pasado rozó el triunfo grande en la Maestranza la tarde del 26 de septiembre ante su segundo toro de Garcigrande, al que le cortó una oreja que pudieron ser dos de haber acertado antes con la espada. El sabor de boca está ahí. Y el eco. Y el deseo, pues, de rematar lo que quedó pendiente.
Ocasión propicia es también la del 28 de abril con El Parralejo, “una ganadería que conozco muy bien, de la que se el celo que le ponen sus propietarios y que tengo tantas ganas de que triunfe como hacerlo yo con ellos”, reconoce Miguel Ángel, que, un año más, pone en Sevilla uno de los focos de su temporada.
El Parralejo y Victorino, en Sevilla
En la línea de las últimas temporadas, Miguel Ángel Perera comparecerá dos tardes también en la Feria de Abril de Sevilla de 2022. Serán los días 28 y 30 de abril ante los toros de El Parralejo y de Victorino Martín, respectivamente. El torero extremeño, por tanto, prolonga al serial hispalense su apuesta ya en Castellón al anunciarse con los toros de Victorino.
Es la primera vez que se medirá a ellos en una plaza de primera categoría. “Me motiva mucho. Quiero que 2022 sea un año de retos. Me apetece mucho ponerme a prueba a mí mismo, me alimenta. Y Sevilla es una plaza ideal para afrontar retos”, asegura el pacense, que ya el año pasado rozó el triunfo grande en la Maestranza la tarde del 26 de septiembre ante su segundo toro de Garcigrande, al que le cortó una oreja que pudieron ser dos de haber acertado antes con la espada. El sabor de boca está ahí. Y el eco. Y el deseo, pues, de rematar lo que quedó pendiente.
Ocasión propicia es también la del 28 de abril con El Parralejo, “una ganadería que conozco muy bien, de la que se el celo que le ponen sus propietarios y que tengo tantas ganas de que triunfe como hacerlo yo con ellos”, reconoce Miguel Ángel, que, un año más, pone en Sevilla uno de los focos de su temporada.