Finalizó Miguel Ángel Perera su temporada de 2019 y lo hizo cortando una oreja a su novillo de la ganadería de Triana en el festival en honor a la Virgen de la Esperanza que corona la feria de Latacunga, una ciudad en el centro mismo del mundo en la que el extremeño ha caído de pie. Donde ha gozado y se ha explayado en la versión más natural y honda de su tauromaquia que ha ido cincelando en este año de nivel tan alto. Hoy, como ayer, entusiasmó de nuevo al público ecuatoriano cuajando de principio a fin la nobleza de su oponente, con el que bordó el toreo con el capote. Fueron los suyos sendos manojos de lances, primero a la verónica –sencillamente cumbre la media del cierre-, luego por tafalleras, ceñidas y pausadas. Como lo fueron las tandas con la muleta: muy despacio, profundas y de sabor rebosante. Otra vez, como ayer, Miguel Ángel toreando para sí mismo. Pinchó con la espada y perdió más premio de la oreja que cortó, pero otra vez conquistó el sincero cariño de la afición de Latacunga, que ha gozado tanto con Perera como él en este delicioso broche auna temporada inolvidable.
Finalizó Miguel Ángel Perera su temporada de 2019 y lo hizo cortando una oreja a su novillo de la ganadería de Triana en el festival en honor a la Virgen de la Esperanza que corona la feria de Latacunga, una ciudad en el centro mismo del mundo en la que el extremeño ha caído de pie. Donde ha gozado y se ha explayado en la versión más natural y honda de su tauromaquia que ha ido cincelando en este año de nivel tan alto. Hoy, como ayer, entusiasmó de nuevo al público ecuatoriano cuajando de principio a fin la nobleza de su oponente, con el que bordó el toreo con el capote. Fueron los suyos sendos manojos de lances, primero a la verónica –sencillamente cumbre la media del cierre-, luego por tafalleras, ceñidas y pausadas. Como lo fueron las tandas con la muleta: muy despacio, profundas y de sabor rebosante. Otra vez, como ayer, Miguel Ángel toreando para sí mismo. Pinchó con la espada y perdió más premio de la oreja que cortó, pero otra vez conquistó el sincero cariño de la afición de Latacunga, que ha gozado tanto con Perera como él en este delicioso broche auna temporada inolvidable.