24 de junio de 2018
SAINT SEVER
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
PUERTO DE SAN LORENZO y LA VENTANA DEL PUERTO
Juan Bautista
MIGUEL ÁNGEL PERERA
EL MEJOR PERERA EN SAINT SEVER
Había apuntado más de lo que estuvo en sus manos ante sus dos primeros toros, pero, en todo caso, había tenido que ser menos de lo que torero y público habrían deseado. Quedaba la última bala. Curiosamente, Cartuchero-130 de nombre. De La Ventana del Puerto. Y, más que una bala, fue un cañón de embestir. En bravo y enclasado. Incansanble y a más. Justo lo que Miguel Ángel necesitaba para sacar de sí lo mejor de sí mismo. Su concepto tan de verdad, tan entregado, tan sincero, tan desnudo, tan largo y tan hondo. De eco profundo y rotundo. Desde el recibo genuflexo con el capote, puro pulso. Intensidad a la enésima potencia. Entrega a raudales del animal y del hombre. Esa compenetración que explica la magia del toreo, que lo hace diferente a todo. Y así fue todo. Un arrebato. En el quite por cordobinas. Y en el inicio, otra vez, rodilla en tierra, con el toro haciendo el avión, yéndose tan lejos como lo mandaba el toro y el torero estirando su brazo para abarcar tanta bravura. No cabía media tinta. La faena fue toda así, por los dos pitones. Muy ligadas las series, densas, anchas, largas, rotundas, sin respiros. Perera dejaba fluir su imaginación y Cartuchero-130 le obedecía entregado a más no poder. Como sería, que pinchó Miguel Ángel antes de la estocada definitiva y no fue óbice ello para que se le concediera el doble premio. La merecida recompensa a semejante ejercicio de plenitud.
Se sacó la espina el diestro de Badajoz de cuanto tuvo que medirse frente a sus dos oponentes anteriores. Más se explayó ante el primero, noble y que duró más que el sobrero que hizo cuarto. Fue la de Perera una labor tremendamente templada, técnica, de series profundas como es habitual en él. De planteamiento métrico, exacto, impecable. Lo mató pronto y recibió la primera oreja. La segunda la obtuvo del desrazado cuarto que salió como sobrero, de La Ventana del Puerto, tan noble también como de justo celo y, por ello, de contada transmisión. Todo fue obra y gracia de Miguel Ángel, que exprimió su faena mientras duró el astado y también cuando se agotó. Cobró otra estocada a la primera, lo que certificó su trofeo. El premio gordo llegó después, contado queda. En el sexto. Un Cartuchero que fue un cañón de bravura y un torero con el alma encendida por derramarse. Y se derramó. De qué manera se derramó hoy Miguel Ángel Perera en Saint Sever...
Plaza de Toros de SAINT SEVER. Casi lleno en los tendidos. Se lidian toros de PUERTO DE SAN LORENZO y LA VENTANA DEL PUERTO
Juan Bautista: oreja, dos orejas y oreja
Miguel Ángel Perera: oreja, oreja y dos orejas.