20170903 alcazar02
3 de septiembre de 2017
ALCÁZAR DE SAN JUAN
Feria y Fiestas 2017
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
DANIEL RUIZ, TORREALTA y FERMÍN BOHÓRQUEZ
El Juli
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
  
PERERA INDULTA A BODEGUERO
 
Se llama Bodeguero y lleva el hierro de Torrealta. Se llama y lleva, en presente. Porque Bodeguero vive. Vive por obra y gracia del toreo. Para siempre. Hasta que llegue su momento, que no fue hoy. Su momento sigue siendo porque Miguel Ángel Perera le ha regalado un lugar en el olimpo vivo de los toros bravos. Ésos que regresan al oasis de donde vienen para mandar en ellos. Es el premio que el toreo concede a la bravura por excelencia, la que se entrega al toreo para que el toreo la honre. Como hoy. Con Perera y Bodeguero, los protagonistas de una historia hermosa que los aficionados de Alcázar de San Juan ya nunca olvidarán. 
 
 
El de Torrealta fue un toro bravo de principio a fin. Pronto y ágil desde su salida y sus encuentros con el capote templado hasta decir basta de Miguel Ángel. Lo acarició el extremeño que en cada lance, en cada encuentro. Lo cuidaba porque enseguida palpó que Bodeguero llevaba cosas grandes dentro. Y las fue sacando en una lidia ejemplar de la cuadrilla de Perera y después en la faena colosal de éste. Iniciada en los medios, citando muy en largo al torrealta para pasárselo por la espalda sin mover ni el flequillo. Fue el prólogo de una hermosa obra que se fue desgranando pase a pase, tanda a tanda, latido a latido. Una faena de más a más en todo. Sobre todo, en la entrega y la conjunción de ambos. Tiene Miguel Ángel el toreo brotándole de su alma feliz y eso se le traslada a los trastos y, de ellos, a la gente que va a verle. Lo ve claro, muy claro, y tiene la capacidad de siempre y aún más para hacer mejor aún a los toros medios y muy buenos a los que son buenos de verdad, como Bodeguero. Fue todo el conjunto un dechado de bella torería. De fantasía, de toreo en esencia y de toreo que surge improvisado, dictado por el latido de cada momento. Fue una faena que se cimentó en el pilar del toreo bueno, ése del que dicen como mandan los cánones, para luego hacerse más grande aún cuando Miguel Ángel Perera dio una cátedra de cómo se dominan y se mandan las embestidas de los toros apenas con el giro de la cintura y el vuelo de las muñecas. De más a más. En todo, pero, especialmente, en bella torería. Y en emoción. Por eso el público pidió el indulto mientras que el diestro de Badajoz seguía toreando, inmerso en su felicidad. Asomó el pañuelo naranja que le abre las puertas de la vida a Bodeguero. Por obra y gracia del toreo y de un torero inmenso: Miguel Ángel Perera.
 
 
Que antes, en su primero, habia cuajado ya de forma sobresaliente a otro gran toro de Torrealta. Otra faena compacta, rotunda, perfecta, luminosa y deslumbrante. Sobre todo, al natural. Natural por ambos pitones. Natural preñado de naturalidad, de la cintura encajada, del compás abierto, de todo el cuerpo toreando al son de los brazos y al giro final de las muñecas. Más largo que largo. Increíble de largo. Otro compendio del momento de Perera, este momento de deliciosa madurez. Se cobró el diestro una estocada muy de verdad, yéndose detrás del acero, e incluso, se le pidió el rabo. Aunque no puede haber mayor premio para un torero que su felicidad propia por ser poseedor de ese don que le convierte, a su vez, en autor de tanta felicidad. La que hoy ha regalado a las miles de personas que casi han llenado los tendidos de Alcázar de San Juan para ser testigos de la grande y hermoso que es el toreo.
 
 
Plaza de Toros de ALCÁZAR DE SAN JUAN. Más de tres cuartos de entrada. Se lidian toros de DANIEL RUIZ, TORREALTA y FERMÍN BOHÓRQUEZ. El quinto de la tarde, Bodeguero de nombre, fue indultado por Miguel Ángel Perera
 
El Juli: dos orejas y oreja
Miguel Ángel Perera:  dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos  
Alejandro Talavante: silencio y bronca
 
 
MIGU4432.JPG MIGU4438.JPG MIGU4459.JPG MIGU4460.JPG MIGU4461.JPG MIGU4462.JPG MIGU4463.JPG MIGU4464.JPG MIGU4465.JPG MIGU4466.JPG MIGU4527.JPG MIGU4578.JPG MIGU4584.JPG MIGU4602.JPG MIGU4614.JPG MIGU4615.JPG MIGU4634.JPG MIGU4639.JPG MIGU4669.JPG MIGU4693.JPG MIGU4808.JPG MIGU4832.JPG MIGU4833.JPG MIGU4842.JPG MIGU4847.JPG MIGU4850.JPG MIGU4858.JPG MIGU4862.JPG MIGU4873.JPG MIGU4878.JPG MIGU4883.JPG MIGU4905.JPG MIGU4911.JPG MIGU4916.JPG MIGU4929.JPG MIGU4943.JPG MIGU4960.JPG MIGU4961.jpg MIGU4975.JPG MIGU4976.JPG MIGU4987.JPG MIGU4996.JPG MIGU5009.JPG
 

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3 de septiembre de 2017
ALCÁZAR DE SAN JUAN
Feria y Fiestas 2017
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
DANIEL RUIZ, TORREALTA y FERMÍN BOHÓRQUEZ
El Juli
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Alejandro Talavante
  
PERERA INDULTA A BODEGUERO
 
Se llama Bodeguero y lleva el hierro de Torrealta. Se llama y lleva, en presente. Porque Bodeguero vive. Vive por obra y gracia del toreo. Para siempre. Hasta que llegue su momento, que no fue hoy. Su momento sigue siendo porque Miguel Ángel Perera le ha regalado un lugar en el olimpo vivo de los toros bravos. Ésos que regresan al oasis de donde vienen para mandar en ellos. Es el premio que el toreo concede a la bravura por excelencia, la que se entrega al toreo para que el toreo la honre. Como hoy. Con Perera y Bodeguero, los protagonistas de una historia hermosa que los aficionados de Alcázar de San Juan ya nunca olvidarán. 
 
 
El de Torrealta fue un toro bravo de principio a fin. Pronto y ágil desde su salida y sus encuentros con el capote templado hasta decir basta de Miguel Ángel. Lo acarició el extremeño que en cada lance, en cada encuentro. Lo cuidaba porque enseguida palpó que Bodeguero llevaba cosas grandes dentro. Y las fue sacando en una lidia ejemplar de la cuadrilla de Perera y después en la faena colosal de éste. Iniciada en los medios, citando muy en largo al torrealta para pasárselo por la espalda sin mover ni el flequillo. Fue el prólogo de una hermosa obra que se fue desgranando pase a pase, tanda a tanda, latido a latido. Una faena de más a más en todo. Sobre todo, en la entrega y la conjunción de ambos. Tiene Miguel Ángel el toreo brotándole de su alma feliz y eso se le traslada a los trastos y, de ellos, a la gente que va a verle. Lo ve claro, muy claro, y tiene la capacidad de siempre y aún más para hacer mejor aún a los toros medios y muy buenos a los que son buenos de verdad, como Bodeguero. Fue todo el conjunto un dechado de bella torería. De fantasía, de toreo en esencia y de toreo que surge improvisado, dictado por el latido de cada momento. Fue una faena que se cimentó en el pilar del toreo bueno, ése del que dicen como mandan los cánones, para luego hacerse más grande aún cuando Miguel Ángel Perera dio una cátedra de cómo se dominan y se mandan las embestidas de los toros apenas con el giro de la cintura y el vuelo de las muñecas. De más a más. En todo, pero, especialmente, en bella torería. Y en emoción. Por eso el público pidió el indulto mientras que el diestro de Badajoz seguía toreando, inmerso en su felicidad. Asomó el pañuelo naranja que le abre las puertas de la vida a Bodeguero. Por obra y gracia del toreo y de un torero inmenso: Miguel Ángel Perera.
 
 
Que antes, en su primero, habia cuajado ya de forma sobresaliente a otro gran toro de Torrealta. Otra faena compacta, rotunda, perfecta, luminosa y deslumbrante. Sobre todo, al natural. Natural por ambos pitones. Natural preñado de naturalidad, de la cintura encajada, del compás abierto, de todo el cuerpo toreando al son de los brazos y al giro final de las muñecas. Más largo que largo. Increíble de largo. Otro compendio del momento de Perera, este momento de deliciosa madurez. Se cobró el diestro una estocada muy de verdad, yéndose detrás del acero, e incluso, se le pidió el rabo. Aunque no puede haber mayor premio para un torero que su felicidad propia por ser poseedor de ese don que le convierte, a su vez, en autor de tanta felicidad. La que hoy ha regalado a las miles de personas que casi han llenado los tendidos de Alcázar de San Juan para ser testigos de la grande y hermoso que es el toreo.
 
 
Plaza de Toros de ALCÁZAR DE SAN JUAN. Más de tres cuartos de entrada. Se lidian toros de DANIEL RUIZ, TORREALTA y FERMÍN BOHÓRQUEZ. El quinto de la tarde, Bodeguero de nombre, fue indultado por Miguel Ángel Perera
 
El Juli: dos orejas y oreja
Miguel Ángel Perera:  dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos  
Alejandro Talavante: silencio y bronca
 
 
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