MIGU6932
16 de mayo de 2016
nimes
Feria de pentecostés
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
DANIEL RUIZ y TORREALTA
Sebastián Castella
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Roca Rey
  
PERERA CONQUISTA NIMES
 
Lo tuvo en la mano en Olivenza, en Málaga y en Sevilla y ya lleva tres tardes consecutivas haciendo suyo el triunfo incontestable: en Trujillo, en Aguascalientes y, hoy, en Nimes. Está probado: el momento de forma en que Miguel Ángel Perera ha empezado su 2016 es excepcional. Hay muchas evidencias en su forma de hacer que dimensionan su consideración como un torero de poso sin fondo. No es nuevo, lo fue siempre, pero ahora lo es más todavía. Y Las Arenas lo ha constatado en una tarde en la que el extremeño ha sido el triunfador absoluto en la última de la Feria de Pentecostés.
 
La faena grande de Miguel Ángel llegó en el quinto, un buen toro de Daniel Ruiz, al que le vio de inmediato su potencial y por eso se puso a cuajarlo desde el primer compás de una sinfonía marcada por la armonía de un conjunto impecable, la verdad de muletazos sin final rematados muy por abajo y la disposición sin cuentos de quien se siente a gusto en el mundo de lo imposible. Esa manera portentosa de ponerle nombre a la quietud que no es adorno sino filosofía... Perera construyó su faena en el espacio justo que necesitaba para girar sobre sí mismo, no más, por ambos pitones, exigiendo y prolongando hasta el infinito cada pase. Y el siguiente, más que el anterior. Por eso se le entregó Nimes con esa misma entrega del público de toros en Francia cuando está delante de lo que le conmueve. El broche de una estocada sin mácula alguna le puso en las manos el doble premio a una obra excelsa.
 
Menos y peor fue la materia prima que halló en el primero de su lote, también de Daniel Ruiz. Ni tuvo clase el toro, ni tampoco transmisión. No importó: era Miguel Ángel Perera quien estaba delante. Pero delante de verdad para marcar el territorio que, por naturaleza, es del toro, pero que el torero hizo suyo con una seguridad que impresionó a la afición de Nimes. Muy por encima Perera del toro de Daniel Ruiz, imponiéndose a él, dominándolo, exprimiéndolo, moldeándolo. Tardó en caer el burel y eso enfrío la valoración final del tendido. No importó: lo mejor estaba por venir y llegó...
 
 
Plaza de Toros de NIMES. Lleno en los tendidos. Se lidian cinco toros de DANIEL RUIZ y uno, el cuarto, de TORREALTA.
 
Sebastián Castella: silencio y oreja.
Miguel Ángel Perera:  ovación y dos orejas 
Roca Rey: ovación y silencio
 
 
MIGU6459.JPG MIGU6467.JPG MIGU6481.JPG MIGU6487.JPG MIGU6708.JPG MIGU6713.JPG MIGU6717.JPG MIGU6732.JPG MIGU6794.JPG MIGU6797.JPG MIGU6803.JPG MIGU6842.JPG MIGU6852.JPG MIGU6859.JPG MIGU6874.JPG MIGU6908.JPG MIGU6917.JPG MIGU6920.JPG MIGU6932.JPG
 
 

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Feria de pentecostés
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
DANIEL RUIZ y TORREALTA
Sebastián Castella
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Roca Rey
  
PERERA CONQUISTA NIMES
 
Lo tuvo en la mano en Olivenza, en Málaga y en Sevilla y ya lleva tres tardes consecutivas haciendo suyo el triunfo incontestable: en Trujillo, en Aguascalientes y, hoy, en Nimes. Está probado: el momento de forma en que Miguel Ángel Perera ha empezado su 2016 es excepcional. Hay muchas evidencias en su forma de hacer que dimensionan su consideración como un torero de poso sin fondo. No es nuevo, lo fue siempre, pero ahora lo es más todavía. Y Las Arenas lo ha constatado en una tarde en la que el extremeño ha sido el triunfador absoluto en la última de la Feria de Pentecostés.
 
La faena grande de Miguel Ángel llegó en el quinto, un buen toro de Daniel Ruiz, al que le vio de inmediato su potencial y por eso se puso a cuajarlo desde el primer compás de una sinfonía marcada por la armonía de un conjunto impecable, la verdad de muletazos sin final rematados muy por abajo y la disposición sin cuentos de quien se siente a gusto en el mundo de lo imposible. Esa manera portentosa de ponerle nombre a la quietud que no es adorno sino filosofía... Perera construyó su faena en el espacio justo que necesitaba para girar sobre sí mismo, no más, por ambos pitones, exigiendo y prolongando hasta el infinito cada pase. Y el siguiente, más que el anterior. Por eso se le entregó Nimes con esa misma entrega del público de toros en Francia cuando está delante de lo que le conmueve. El broche de una estocada sin mácula alguna le puso en las manos el doble premio a una obra excelsa.
 
Menos y peor fue la materia prima que halló en el primero de su lote, también de Daniel Ruiz. Ni tuvo clase el toro, ni tampoco transmisión. No importó: era Miguel Ángel Perera quien estaba delante. Pero delante de verdad para marcar el territorio que, por naturaleza, es del toro, pero que el torero hizo suyo con una seguridad que impresionó a la afición de Nimes. Muy por encima Perera del toro de Daniel Ruiz, imponiéndose a él, dominándolo, exprimiéndolo, moldeándolo. Tardó en caer el burel y eso enfrío la valoración final del tendido. No importó: lo mejor estaba por venir y llegó...
 
 
Plaza de Toros de NIMES. Lleno en los tendidos. Se lidian cinco toros de DANIEL RUIZ y uno, el cuarto, de TORREALTA.
 
Sebastián Castella: silencio y oreja.
Miguel Ángel Perera:  ovación y dos orejas 
Roca Rey: ovación y silencio
 
 
MIGU6459.JPG MIGU6467.JPG MIGU6481.JPG MIGU6487.JPG MIGU6708.JPG MIGU6713.JPG MIGU6717.JPG MIGU6732.JPG MIGU6794.JPG MIGU6797.JPG MIGU6803.JPG MIGU6842.JPG MIGU6852.JPG MIGU6859.JPG MIGU6874.JPG MIGU6908.JPG MIGU6917.JPG MIGU6920.JPG MIGU6932.JPG
 
 
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