La Corrida de Beneficencia, la corrida del año en Madrid, la salvó Perera, que puso la ambición, las ganas y la quietud. Falló con la espada en los dos toros y perdió las orejas.
No fueron buenos ni malos los toros. Simplones, con el fuelle justo. El tercero no humilló nunca y el sexto se rebrincó siempre que le obligó. Pero con los dos quiso y dio el paso. Dos faenas marca de la casa. La primera, abierta con muletazos por alto, seis sin mover las zapatillas, que pusieron la cosa a punto de caramelo. La del sexto, arrancada con los pases cambiados por la espalda ligados con el circular y los de pecho, de runrún. Y después, por encima de los dos toros.
Al tercero le tomó rápido la distancia y el sitio y le aplicó la medicina correcta. En el sitio, la media altura y la muleta siempre puesta, para no dejárselo ir. Tapado siempre el de Victoriano, que sólo viese muleta, las series llegaron como de un muletazo continuado.
Igual de firme estuvo con el sexto, un toro que se rebrincó más de una y más de dos veces y que marcó al torero en muletazos por ambos pitones. De pararse y medir. Y de aguantar Perera, que no lo dudó y sometió en distancias cortas. Con suficiencia y seguridad. Hasta resultar prendido en el remate por bernardinas sin consecuencias. Y entre medias, una gran serie al natural.
Madrid. Miércoles 3 de junio. Corrida de la Beneficencia. Lleno de No hay billetes. Toros de Victoriano del Río y dos de Garcigrande (4º y 5º), 1º correcto de presentación, manso, con genio y complicado. 2º cómodas hechuras y justo de presencia y fuerzas. 3º justo de presencia, pronto, manejable pero justo. 4º sin transmisión. 5º manejable.
- El Juli: Pitos y Pitos.
- José M. Manzanares: Silencio y Saludos tras aviso.
- Miguel A. Perera: Saludos tras aviso en ambos.
La Corrida de Beneficencia, la corrida del año en Madrid, la salvó Perera, que puso la ambición, las ganas y la quietud. Falló con la espada en los dos toros y perdió las orejas.
No fueron buenos ni malos los toros. Simplones, con el fuelle justo. El tercero no humilló nunca y el sexto se rebrincó siempre que le obligó. Pero con los dos quiso y dio el paso. Dos faenas marca de la casa. La primera, abierta con muletazos por alto, seis sin mover las zapatillas, que pusieron la cosa a punto de caramelo. La del sexto, arrancada con los pases cambiados por la espalda ligados con el circular y los de pecho, de runrún. Y después, por encima de los dos toros.
Al tercero le tomó rápido la distancia y el sitio y le aplicó la medicina correcta. En el sitio, la media altura y la muleta siempre puesta, para no dejárselo ir. Tapado siempre el de Victoriano, que sólo viese muleta, las series llegaron como de un muletazo continuado.
Igual de firme estuvo con el sexto, un toro que se rebrincó más de una y más de dos veces y que marcó al torero en muletazos por ambos pitones. De pararse y medir. Y de aguantar Perera, que no lo dudó y sometió en distancias cortas. Con suficiencia y seguridad. Hasta resultar prendido en el remate por bernardinas sin consecuencias. Y entre medias, una gran serie al natural.
Madrid. Miércoles 3 de junio. Corrida de la Beneficencia. Lleno de No hay billetes. Toros de Victoriano del Río y dos de Garcigrande (4º y 5º), 1º correcto de presentación, manso, con genio y complicado. 2º cómodas hechuras y justo de presencia y fuerzas. 3º justo de presencia, pronto, manejable pero justo. 4º sin transmisión. 5º manejable.
- El Juli: Pitos y Pitos.
- José M. Manzanares: Silencio y Saludos tras aviso.
- Miguel A. Perera: Saludos tras aviso en ambos.