No tuvo suerte Miguel Ángel Perera con el lote que le correspondió entre una aceptable corrida de Jandilla. Su primero fue devuelto por blandear y en su lugar saltó a la arena un sobrero de Torrealta muy soso, sin transmisión, ni chispa. Con él, Perera no pudo más que estar técnico, con suficiencia y solvencia.
El último de la tarde, éste sí de Jandilla, resultó manejable, pero le faltó más codicia, más entrega y, en definitiva, emoción en sus embestidas. Ante este material, Perera logró muletazos por ambas manos de gran belleza, muy limpios, templados y con pulcritud, pero la falta de transmisión del animal hizo que los tendidos no se calentaran. Aún así, sonó la música y la faena tomo vuelo, pero una estocada ligeramente desprendida y dos descabellos, hicieron que se disipara la posibilidad de haber obtenido premio.
Antonio Barrera: vuelta y vuelta
El Fandi: ovación y silencio
Miguel Ángel Perera: silencio y gran ovación de despedida tras aviso
No tuvo suerte Miguel Ángel Perera con el lote que le correspondió entre una aceptable corrida de Jandilla. Su primero fue devuelto por blandear y en su lugar saltó a la arena un sobrero de Torrealta muy soso, sin transmisión, ni chispa. Con él, Perera no pudo más que estar técnico, con suficiencia y solvencia.
El último de la tarde, éste sí de Jandilla, resultó manejable, pero le faltó más codicia, más entrega y, en definitiva, emoción en sus embestidas. Ante este material, Perera logró muletazos por ambas manos de gran belleza, muy limpios, templados y con pulcritud, pero la falta de transmisión del animal hizo que los tendidos no se calentaran. Aún así, sonó la música y la faena tomo vuelo, pero una estocada ligeramente desprendida y dos descabellos, hicieron que se disipara la posibilidad de haber obtenido premio.
Antonio Barrera: vuelta y vuelta
El Fandi: ovación y silencio
Miguel Ángel Perera: silencio y gran ovación de despedida tras aviso