bilbaos13 203
17 de septiembre de 2006
ALBACETE
Feria de ALBACETE
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
VICTORIANO DEL RIO CORTÉS Y TOROS DE EL TORERO
Manuel Amador
El Fandi
MIGUEL ÁNGEL PERERA
 
OREJA DE MÉRITO PARA PERERA
 

La corrida que cerraba la Feria de Albacete tuvo de todo, pero si hay algo que resaltar fue la faena del extremeño Miguel Ángel Perera al que cerró el festejo. Aquel toro, un auténtico buey por sus hechuras, de la ganadería de Toros de El Torero, con seiscientos kilos, no tuvo entrega, ni tranco en la embestida. Se movió, a su aire, no humilló nunca y le costó tanto coger la muleta por abajo, que nunca lo hizo. Perera se puso en los medios con él desde el principio, sin dudas, y con convencimiento. Allí, lo toreo a media altura, con suavidad, sin dejarse tocar los engaños, misión difícil por la condición del animal. La faena fue de menos a más, toda la obra con gran limpieza y temple, muy seguro el torero y dando sensación de superioridad. Cuando llegó el momento justo, Perera se puso cerca, se metió entre pitones y asustaba la estampa de aquel toro altísimo con los leños a la altura del pecho del torero. Fue una faena de mucho peso, de gran valor para profesionales y entendidos, sin vender nada falso y todo con gran verdad. Perera hizo girar al toro en circulares por la espalda, cuando llegaba el momento final y, sin mover las plantas del suelo, enlazarlo con muletazos por el pitón derecho. Ahí terminó de entregarse el público, que después de un estoconazo fulminante, pidió la oreja con clamor. La seriedad del toro y la importancia de la labor de Perera tuvo premio y el reconocimiento de todos.

Antes, con el tercero de la tarde, el de Puebla del Prior no pudo más que estar firme y jugársela a ley. Aquel, de Victoriano del Rio, hizo cosas raras, como de vista reparada, aunque más bien cabe pensar que su condición fue la de un toro con malas intenciones. No tuvo un muletazo por el pitón derecho y ya en el capte se coló de fea manera. Perera lo intentó meter en vereda, pero la tarea era imposible. Le arrancó algunos naturales de gran mérito, pero se tragaba el primero y hacía hilo en el siguiente. Toro para torero preparado, puesto y con valor. Perera sacó esas armas y estuvo por encima de semejante prenda.

 

Con casi lleno en los tendidos, se lidiaron toros de La Palmosilla (1º y 2º), Victoriano del Rio (3º), Salvador Domecq (4º y 5º) y Toros de El Torero (6º), de juego desigual, destacando el excelente cuarto, de Salvador Domecq.

Manuel Amador: División y oreja
El Fandi: silencio y oreja
Miguel Ángel Perera: silencio y oreja


 
 
 
 

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17 de septiembre de 2006
ALBACETE
Feria de ALBACETE
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
VICTORIANO DEL RIO CORTÉS Y TOROS DE EL TORERO
Manuel Amador
El Fandi
MIGUEL ÁNGEL PERERA
 
OREJA DE MÉRITO PARA PERERA
 

La corrida que cerraba la Feria de Albacete tuvo de todo, pero si hay algo que resaltar fue la faena del extremeño Miguel Ángel Perera al que cerró el festejo. Aquel toro, un auténtico buey por sus hechuras, de la ganadería de Toros de El Torero, con seiscientos kilos, no tuvo entrega, ni tranco en la embestida. Se movió, a su aire, no humilló nunca y le costó tanto coger la muleta por abajo, que nunca lo hizo. Perera se puso en los medios con él desde el principio, sin dudas, y con convencimiento. Allí, lo toreo a media altura, con suavidad, sin dejarse tocar los engaños, misión difícil por la condición del animal. La faena fue de menos a más, toda la obra con gran limpieza y temple, muy seguro el torero y dando sensación de superioridad. Cuando llegó el momento justo, Perera se puso cerca, se metió entre pitones y asustaba la estampa de aquel toro altísimo con los leños a la altura del pecho del torero. Fue una faena de mucho peso, de gran valor para profesionales y entendidos, sin vender nada falso y todo con gran verdad. Perera hizo girar al toro en circulares por la espalda, cuando llegaba el momento final y, sin mover las plantas del suelo, enlazarlo con muletazos por el pitón derecho. Ahí terminó de entregarse el público, que después de un estoconazo fulminante, pidió la oreja con clamor. La seriedad del toro y la importancia de la labor de Perera tuvo premio y el reconocimiento de todos.

Antes, con el tercero de la tarde, el de Puebla del Prior no pudo más que estar firme y jugársela a ley. Aquel, de Victoriano del Rio, hizo cosas raras, como de vista reparada, aunque más bien cabe pensar que su condición fue la de un toro con malas intenciones. No tuvo un muletazo por el pitón derecho y ya en el capte se coló de fea manera. Perera lo intentó meter en vereda, pero la tarea era imposible. Le arrancó algunos naturales de gran mérito, pero se tragaba el primero y hacía hilo en el siguiente. Toro para torero preparado, puesto y con valor. Perera sacó esas armas y estuvo por encima de semejante prenda.

 

Con casi lleno en los tendidos, se lidiaron toros de La Palmosilla (1º y 2º), Victoriano del Rio (3º), Salvador Domecq (4º y 5º) y Toros de El Torero (6º), de juego desigual, destacando el excelente cuarto, de Salvador Domecq.

Manuel Amador: División y oreja
El Fandi: silencio y oreja
Miguel Ángel Perera: silencio y oreja


 
 
 
 
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