20201023 barcarrota02
23 de octubre de 2020 - Gira de Reconstrucción
BARCARROTA
 
CORRIDA DE TOROS 4 TOROS de
FUENTE YMBRO
MIGUEL ÁNGEL PERERA
José Garrido
 
EL ÚLTIMO SORBO
 

El último sorbo de una copa de vino es siempre el que te deja la sensación última de la copa entera. No tiene por qué ser el mejor, pero sí es el que más tiempo se pega al paladar. El que saboreas por más tiempo. Hoy fue el último sorbo de una copa corta, demasiado corta. La llenó el buen vino del poso que dan la vida y el toreo, pero no pudo rebosar porque no están las cosas para excesos. Este tiempo impone medida. En grado sumo casi. Medida de todo lo que llamábamos vida sin darnos cuenta de cuánto vale aquella vida que ahora echamos de menos. La vida y el toreo, que vienen a ser lo mismo. Ambos en tragos cortos ahora porque no puede ser de otra manera. Sorbos cortos, pero con tiempo propio para saborearlos por mucho tiempo. El de hoy, más que ninguno, que, encima, era el último. Por tanto, el que más tiempo va a durar asido al paladar. Un sorbo de dulce agarre que deja la certeza de que Miguel Ángel Perera alcanzó la medida exacta del poso que dan la vida y el toreo.

 

Solo así se puede disfrutar como lo hizo él al noble y muy enclasado primero de Fuente Ymbro, franco y cierto, sincero y dulce en su entrega, cuidada y mejorada en las palmas de las manos de Javier Ambel y su enésima lidia de caricias. Antes fue el puyazo preciso de Francisco Doblado, preciso de todo: de sitio y de tiempo. La forma en que Malicioso-118 (a quien no le hizo justicia el nombre) a los cites en banderillas de Curro Javier confirmaron la clase que derrochaba. Brindó Miguel Ángel a los abuelos del mundo en general, a quienes nos lo han dado todo y que ahora están pagando el precio más alto. A esos abuelos, en concreto, de la Casa de Misericordia que esperan que escampe viendo juntos los toros por televisión en esa casa que es misericordia pura. Justicia y grandeza en el brindis de Perera, que sabe bien cuánto quieren un abuelo y una abuela. Como si pensara en ellos en cada muletazo, toreó con sublime delicadeza a Malicioso en series de ese temple que hace más fuerte a quien fuerza demanda. El pulso, la altura, el trazo, todo fue exacto en el toreo de Miguel Ángel mientras que el toro le duró. Lástima que la espada -arriba como nunca- no entrara dos dedos más porque eso demoró el final del fuenteymbro y cercenó la expectativa de premio.

 

Nada, en cambio, duró el segundo de su par, Retama-22 por nombre, tras la media estocada -de nuevo en la cruz- con que suscribió una faena de temple excelso también. De otro tipo de temple en dos tiempos, incluso. El primero, para ligar emocionantes los muletazos de las primeras tandas, cuando el ejemplar de Ricardo Gallardo se entregó enrazado en la franela y el mando exigente del torero. Crujió la plaza de dentro a fuera. Pero, en el segundo tramo del pulso, cambió el animal la entrega por reservas y cierto genio. Como quien quiera asustar para tapar la certeza de que le han vencido. Pero ya le habían vencido y, aunque nada vendió barato el toro, terminó Miguel Ángel impregnando su último sorbo del año de esa sensación de luminoso poderío que le envuelve. De profunda capacidad, de seguridad que es respuesta cierta a cada pregunta incierta. Como “un bicho cuando se pone así” le definió el ganadero, que le conoce bien. Justo así, como “un bicho cuando se pone así” y saca fuera todo el valor que lleva por dentro como quien sonríe o respira se puso Perera para dejar prendido en el paladar de sus propias sensaciones que tiene en sus manos la copa del buen vino del poso que dan la vida y el toreo. Y hoy fue el último sorbo. Que venga pronto el futuro lleno de la vida que anhelamos, que ya echamos de menos más vino de la copa de Miguel Ángel Perera… 

 

La crónica de EL MUNDO

La crónica de APLAUSOS

La crónica de CULTORO

La crónica de MUNDOTORO

La crónica de COPE

 
Plaza de Toros de BARCARROTA. Dos tercios dentro del aforo permitido. Se lidian toros de FUENTE YMBRO
 
MIguel Ángel Perera: ovación y dos orejas
José Garrido: oreja y oreja
 
 
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23 de octubre de 2020 - Gira de Reconstrucción
BARCARROTA
 
CORRIDA DE TOROS 4 TOROS de
FUENTE YMBRO
MIGUEL ÁNGEL PERERA
José Garrido
 
EL ÚLTIMO SORBO
 

El último sorbo de una copa de vino es siempre el que te deja la sensación última de la copa entera. No tiene por qué ser el mejor, pero sí es el que más tiempo se pega al paladar. El que saboreas por más tiempo. Hoy fue el último sorbo de una copa corta, demasiado corta. La llenó el buen vino del poso que dan la vida y el toreo, pero no pudo rebosar porque no están las cosas para excesos. Este tiempo impone medida. En grado sumo casi. Medida de todo lo que llamábamos vida sin darnos cuenta de cuánto vale aquella vida que ahora echamos de menos. La vida y el toreo, que vienen a ser lo mismo. Ambos en tragos cortos ahora porque no puede ser de otra manera. Sorbos cortos, pero con tiempo propio para saborearlos por mucho tiempo. El de hoy, más que ninguno, que, encima, era el último. Por tanto, el que más tiempo va a durar asido al paladar. Un sorbo de dulce agarre que deja la certeza de que Miguel Ángel Perera alcanzó la medida exacta del poso que dan la vida y el toreo.

 

Solo así se puede disfrutar como lo hizo él al noble y muy enclasado primero de Fuente Ymbro, franco y cierto, sincero y dulce en su entrega, cuidada y mejorada en las palmas de las manos de Javier Ambel y su enésima lidia de caricias. Antes fue el puyazo preciso de Francisco Doblado, preciso de todo: de sitio y de tiempo. La forma en que Malicioso-118 (a quien no le hizo justicia el nombre) a los cites en banderillas de Curro Javier confirmaron la clase que derrochaba. Brindó Miguel Ángel a los abuelos del mundo en general, a quienes nos lo han dado todo y que ahora están pagando el precio más alto. A esos abuelos, en concreto, de la Casa de Misericordia que esperan que escampe viendo juntos los toros por televisión en esa casa que es misericordia pura. Justicia y grandeza en el brindis de Perera, que sabe bien cuánto quieren un abuelo y una abuela. Como si pensara en ellos en cada muletazo, toreó con sublime delicadeza a Malicioso en series de ese temple que hace más fuerte a quien fuerza demanda. El pulso, la altura, el trazo, todo fue exacto en el toreo de Miguel Ángel mientras que el toro le duró. Lástima que la espada -arriba como nunca- no entrara dos dedos más porque eso demoró el final del fuenteymbro y cercenó la expectativa de premio.

 

Nada, en cambio, duró el segundo de su par, Retama-22 por nombre, tras la media estocada -de nuevo en la cruz- con que suscribió una faena de temple excelso también. De otro tipo de temple en dos tiempos, incluso. El primero, para ligar emocionantes los muletazos de las primeras tandas, cuando el ejemplar de Ricardo Gallardo se entregó enrazado en la franela y el mando exigente del torero. Crujió la plaza de dentro a fuera. Pero, en el segundo tramo del pulso, cambió el animal la entrega por reservas y cierto genio. Como quien quiera asustar para tapar la certeza de que le han vencido. Pero ya le habían vencido y, aunque nada vendió barato el toro, terminó Miguel Ángel impregnando su último sorbo del año de esa sensación de luminoso poderío que le envuelve. De profunda capacidad, de seguridad que es respuesta cierta a cada pregunta incierta. Como “un bicho cuando se pone así” le definió el ganadero, que le conoce bien. Justo así, como “un bicho cuando se pone así” y saca fuera todo el valor que lleva por dentro como quien sonríe o respira se puso Perera para dejar prendido en el paladar de sus propias sensaciones que tiene en sus manos la copa del buen vino del poso que dan la vida y el toreo. Y hoy fue el último sorbo. Que venga pronto el futuro lleno de la vida que anhelamos, que ya echamos de menos más vino de la copa de Miguel Ángel Perera… 

 

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Plaza de Toros de BARCARROTA. Dos tercios dentro del aforo permitido. Se lidian toros de FUENTE YMBRO
 
MIguel Ángel Perera: ovación y dos orejas
José Garrido: oreja y oreja
 
 
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