Miguel Ángel Perera repasa su temporada en Villafranca

20171026 villafranca02Tras dialogar con los universitarios sevillanos, Miguel Ángel Perera hizo doblete el pasado 26 de octubre y compartió también sus vivencias más íntmas y especiales de la temporada 2016 ante los aficionados de la Peña Taurina El Albero, en Villafranca de los Barros. Fue un encuentro especial, por cuanto que, en lo personal, Miguel Ángel está muy unido a esa localidad donde estudió durante nueve años en el colegio San José de la comunidad jesuita. Pero tambien en lo profesional, ya que fue en ese colegio de Villafranca donde Perera desarrolló sus primeras experiencias con el toreo de la mano de quien fue su profesor, Baltasar Manzano, a la postre hoy, presidente de esta Peña El Albero.

 

Y estuvo el torero tremendamente relajado y distendido, cercano y sincero para hablar de "la temporada más dura de mi vida" y de un año que, al final, "me ha reforzado en mis valores, en el camino en el que un día puse mi carrera". Miguel Ángel fue alternando comentarios sobre momentos claves de la temporada, como el comienzo viéndose fuera de muchas ferias donde siempre estuvo, la reacción que empezó a fraguarse a partir de junio, la forma en que profesionales, aficionados y medios fueron cantando y reconociendo su dimensión y lo determinante de tardes como la de la oreja de Madrid por San Isidro, Huelva, Salamanca, Albacete y, entre muchas más, de nuevo Las Ventas en la Feria de Otoño con la que cerró el año. En este sentido, desveló que fue durante la negociación para su inclusión en San Isidro cuando se empezó a forjar la posiblidad de estar en Otoño y que nunca se tomó ese compromiso como una tarde que, de no haber salido bien, hubiera sido un hándicap de cara al próximo año. "Me encontraba tan fresco, tan sólido y tan seguro, que no me paré a medir si terminar el año en Las Ventas era un riesgo o no", indicó.

 

Precisamente, esa seguridad en la plaza, ese "ver toro en todas partes" como él mismo definió, es el valor diferencial que el propio Perera introduce en el desarrollo de su temporada 2017 con respecto, por ejemplo, a 2016. "No creo que haya toreado mejor que nunca ni que después de trece años de alternativa pueda cambiar mucho. Es la manera de expresarlo lo que, quizá, haya llegado de un modo diferente al público. Y eso tiene que ver con tu estado de ánimo, con la claridad de ideas, con que las cosas fluyan de una manera u otra...", explicó Perera. Eso sí, el torero de Puebla del Prior sí valoró que "hoy por hoy, ya he marcado un concepto propio. El aficionado y el profesional piensan en mí y sabe de qué tipo de toreo se trata. Ésa es la huella que perseguirmos los toreros: marcar una personalidad y que se reconozca. En ese sentido, sí estoy muy satisfecho". Miguel Ángel finalizó subrayando algo que para él irrenunciable: la defensa y el ejercicio de unos valores concretos en los que cree firmemente. "Creo que, cuando mi hija sea mayor, le hablarán de su padre como alguien que ha sido siempre honesto, sincero, recto, claro y muy transparente. Alguien que nunca cambió el paso en función de las circunstancias o de los intereses. Un hombre que, incluso, sobrepuso sus valores a esos intereses. Esto sí que me llena de verdad", reconoció antes de finalizar enmedio de una prolongada y sincera ovación de la afición de Villafranca de los Barros, de su gente, mucha de la cual le ha visto crecer y convertirse en el torero que es. 

Miguel Ángel Perera repasa su temporada en Villafranca

20171026 villafranca02Tras dialogar con los universitarios sevillanos, Miguel Ángel Perera hizo doblete el pasado 26 de octubre y compartió también sus vivencias más íntmas y especiales de la temporada 2016 ante los aficionados de la Peña Taurina El Albero, en Villafranca de los Barros. Fue un encuentro especial, por cuanto que, en lo personal, Miguel Ángel está muy unido a esa localidad donde estudió durante nueve años en el colegio San José de la comunidad jesuita. Pero tambien en lo profesional, ya que fue en ese colegio de Villafranca donde Perera desarrolló sus primeras experiencias con el toreo de la mano de quien fue su profesor, Baltasar Manzano, a la postre hoy, presidente de esta Peña El Albero.

 

Y estuvo el torero tremendamente relajado y distendido, cercano y sincero para hablar de "la temporada más dura de mi vida" y de un año que, al final, "me ha reforzado en mis valores, en el camino en el que un día puse mi carrera". Miguel Ángel fue alternando comentarios sobre momentos claves de la temporada, como el comienzo viéndose fuera de muchas ferias donde siempre estuvo, la reacción que empezó a fraguarse a partir de junio, la forma en que profesionales, aficionados y medios fueron cantando y reconociendo su dimensión y lo determinante de tardes como la de la oreja de Madrid por San Isidro, Huelva, Salamanca, Albacete y, entre muchas más, de nuevo Las Ventas en la Feria de Otoño con la que cerró el año. En este sentido, desveló que fue durante la negociación para su inclusión en San Isidro cuando se empezó a forjar la posiblidad de estar en Otoño y que nunca se tomó ese compromiso como una tarde que, de no haber salido bien, hubiera sido un hándicap de cara al próximo año. "Me encontraba tan fresco, tan sólido y tan seguro, que no me paré a medir si terminar el año en Las Ventas era un riesgo o no", indicó.

 

Precisamente, esa seguridad en la plaza, ese "ver toro en todas partes" como él mismo definió, es el valor diferencial que el propio Perera introduce en el desarrollo de su temporada 2017 con respecto, por ejemplo, a 2016. "No creo que haya toreado mejor que nunca ni que después de trece años de alternativa pueda cambiar mucho. Es la manera de expresarlo lo que, quizá, haya llegado de un modo diferente al público. Y eso tiene que ver con tu estado de ánimo, con la claridad de ideas, con que las cosas fluyan de una manera u otra...", explicó Perera. Eso sí, el torero de Puebla del Prior sí valoró que "hoy por hoy, ya he marcado un concepto propio. El aficionado y el profesional piensan en mí y sabe de qué tipo de toreo se trata. Ésa es la huella que perseguirmos los toreros: marcar una personalidad y que se reconozca. En ese sentido, sí estoy muy satisfecho". Miguel Ángel finalizó subrayando algo que para él irrenunciable: la defensa y el ejercicio de unos valores concretos en los que cree firmemente. "Creo que, cuando mi hija sea mayor, le hablarán de su padre como alguien que ha sido siempre honesto, sincero, recto, claro y muy transparente. Alguien que nunca cambió el paso en función de las circunstancias o de los intereses. Un hombre que, incluso, sobrepuso sus valores a esos intereses. Esto sí que me llena de verdad", reconoció antes de finalizar enmedio de una prolongada y sincera ovación de la afición de Villafranca de los Barros, de su gente, mucha de la cual le ha visto crecer y convertirse en el torero que es. 

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