Perera, con Asprona en el horizonte...
Llega Albacete. La corrida de Asprona. Uno de los grandes retos de la temporada para Miguel Ángel Perera. Un compromiso con la gente que lo necesita, con una ciudad que siempre le ha querido mucho, con su profesión y con su momento personal como torero. Seis toros para un hombre en nombre de su condición de figura del toreo. Por eso no ha sido ésta una semana más y sí de mucho toreo y de mucho campo, de intensa preparación poniendo a punto el pulso y el tono, el fondo y la mente de cara a una cita que hace más grande todavía.
Seis toros para un solo hombre. Así dicho… Impone, pesa, responsabiliza, inquieta. Es posible que así sea para el hombre, aunque el torero no lo exteriorice. Por eso no ha parado Perera de viajar y de torear. Como si fuera un novillero nuevo. O un aficionado en busca de tapia. Desde Andalucía y hasta Salamanca. En San José del Valle, en plena ruta del toro gaditana, y en Bodón, inserto en el campo charro. En Fuente Ymbro y en lo de Sánchez Herrero. Sin pausa y sin tregua. Mentalizado ante lo que viene y ante lo que significa. Y Miguel Ángel ha buceado en las aguas subterráneas de su momento. Ampliando los registros capoteros que se traduce luego en esa luminosa variedad con el percal que le define cada vez más. Y haciendo de su muleta ese faro que descubre nuevos recovecos en la inmensidad del toreo, como le definió siempre.
Perera en Perera: siempre inconformista. Anoche mismo, eran las diez y andaba Miguel Ángel montado a caballo y apartándose vacas en su casa para seguir toreando. Que llega Albacete, la corrida de Asprona y ésas son palabras mayores para quien asume ese día, 4 de junio, uno de esos retos que hace más grande todavía…
Perera, con Asprona en el horizonte...
Llega Albacete. La corrida de Asprona. Uno de los grandes retos de la temporada para Miguel Ángel Perera. Un compromiso con la gente que lo necesita, con una ciudad que siempre le ha querido mucho, con su profesión y con su momento personal como torero. Seis toros para un hombre en nombre de su condición de figura del toreo. Por eso no ha sido ésta una semana más y sí de mucho toreo y de mucho campo, de intensa preparación poniendo a punto el pulso y el tono, el fondo y la mente de cara a una cita que hace más grande todavía.
Seis toros para un solo hombre. Así dicho… Impone, pesa, responsabiliza, inquieta. Es posible que así sea para el hombre, aunque el torero no lo exteriorice. Por eso no ha parado Perera de viajar y de torear. Como si fuera un novillero nuevo. O un aficionado en busca de tapia. Desde Andalucía y hasta Salamanca. En San José del Valle, en plena ruta del toro gaditana, y en Bodón, inserto en el campo charro. En Fuente Ymbro y en lo de Sánchez Herrero. Sin pausa y sin tregua. Mentalizado ante lo que viene y ante lo que significa. Y Miguel Ángel ha buceado en las aguas subterráneas de su momento. Ampliando los registros capoteros que se traduce luego en esa luminosa variedad con el percal que le define cada vez más. Y haciendo de su muleta ese faro que descubre nuevos recovecos en la inmensidad del toreo, como le definió siempre.
Perera en Perera: siempre inconformista. Anoche mismo, eran las diez y andaba Miguel Ángel montado a caballo y apartándose vacas en su casa para seguir toreando. Que llega Albacete, la corrida de Asprona y ésas son palabras mayores para quien asume ese día, 4 de junio, uno de esos retos que hace más grande todavía…