MIGU5517
30 de abril de 2016
TRUJILLO
Feria DEL QUESO
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
LOS ESPARTALES Y LUIS ALGARRA
Diego Ventura
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Cayetano
  
UN DERROCHE DE TORERÍA Y CAPACIDAD
 
Si un parámetro mide la capacidad de los toreros, el momento en que se encuentran, el fondo de su oficio y de su conocimiento, es el hecho de saber sacarle partido a todos los toros a los que se enfrenta más allá de su condición. A tenor de lo visto hoy en Trujillo -una continuación en muchos casos de lo ya apuntado en esta temporada desde que amaneciera-, Miguel Ángel Perera está en ese punto de profundidad y de magisterio que distingue a los artistas que, más que alcanzarlo, elevan su techo. Cuando se refiere a lo duro y distinto que ha sido este invierno para él tras la importante recuperación que le reclamó la cornada de Salamanca, habla a menudo el de Puebla de Prior del mucho tiempo que ha dedicado a pensar y a reflexionar sobre su concepto, sobre su momento y sobre su horizonte. Y las consecuencias de ese proceso de autoanálisis saltan a la vista en el ruedo en cada gesto, en cada lance, en cada pase, en cada instante del ser y del estar de Perera ante el toro. Todo tiene un tiempo diferente...
 
Hoy se ha medido a dos toros distintos en su comportamiento. Con el primero, noble pero algo justo de fuerzas, se dio el gusto de recrearse en el toreo de capa, ya en los lances a la verónica de recibo, ya en el quite posterior. Se le notó disfrutar también en la faena de muleta, de un tacto exquisito, de una suavidad impecable, para conducir sin quebrantar, para consolidar sin exigir más de lo que cabía, para administrar la buena condición del toro de Algarra al tiempo que sus fuerzas medidas. Se sumergió luego Miguel Ángel en esos terrenos que llaman del toro, pero que le son propios para dimensionar su faena y meter de lleno al público en ella, que le pidió la oreja con fuerza tras cobrar una estocada entera.
 
Aunque la cima de la tarde para Perera llegó en el quinto, al que instrumentó un quite escalofriante por la espalda, sin inmutarse, dejando al azar del juego de sus muñecas toda la suerte de cada lance: todo el cuerpo ofrecido en el quite y dado en cada encuentro. Sostuvo en el punto más alto de la emoción el nivel de la faena en el comienzo en los medios con el pase cambiado por la espalda. Se escapó pronto el de Algarra a los terrenos de su querencia, muy por los adentros, donde Miguel Ángel, como ya hiciera la tarde de Sevilla a su primero, le cuajó muletazos por ambos pitones de una hondura y verdad emocionantes, siendo capaz de sacar el mayor partido posible a esa batalla que el toro sólo quiso plantear si era con sus condiciones y en sus dominios. Aunque si dominio viene de dominar, esos terrenos lo terminaron siendo también de Perera, dueño absoluto de la escena y del pulso. Otro estocada entera y el doble premio que hacía justicia a la actitud y a la aptitud, al momento pleno del diestro extremeño.
 
 
Plaza de Toros de TRUJILLO (Cáceres). Tres cuartos de entrada. Se lidian dos toros de para rejones de LOS ESPARTALES y cuatro para lidia a pie de LUIS ALGARRA.  
 
Diego Ventura: oreja y dos orejas
Miguel Ángel Perera:  oreja y dos orejas  
Cayetano: oreja y ovación
 
 
  
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30 de abril de 2016
TRUJILLO
Feria DEL QUESO
 
CORRIDA DE TOROS 6 TOROS de
LOS ESPARTALES Y LUIS ALGARRA
Diego Ventura
MIGUEL ÁNGEL PERERA
Cayetano
  
UN DERROCHE DE TORERÍA Y CAPACIDAD
 
Si un parámetro mide la capacidad de los toreros, el momento en que se encuentran, el fondo de su oficio y de su conocimiento, es el hecho de saber sacarle partido a todos los toros a los que se enfrenta más allá de su condición. A tenor de lo visto hoy en Trujillo -una continuación en muchos casos de lo ya apuntado en esta temporada desde que amaneciera-, Miguel Ángel Perera está en ese punto de profundidad y de magisterio que distingue a los artistas que, más que alcanzarlo, elevan su techo. Cuando se refiere a lo duro y distinto que ha sido este invierno para él tras la importante recuperación que le reclamó la cornada de Salamanca, habla a menudo el de Puebla de Prior del mucho tiempo que ha dedicado a pensar y a reflexionar sobre su concepto, sobre su momento y sobre su horizonte. Y las consecuencias de ese proceso de autoanálisis saltan a la vista en el ruedo en cada gesto, en cada lance, en cada pase, en cada instante del ser y del estar de Perera ante el toro. Todo tiene un tiempo diferente...
 
Hoy se ha medido a dos toros distintos en su comportamiento. Con el primero, noble pero algo justo de fuerzas, se dio el gusto de recrearse en el toreo de capa, ya en los lances a la verónica de recibo, ya en el quite posterior. Se le notó disfrutar también en la faena de muleta, de un tacto exquisito, de una suavidad impecable, para conducir sin quebrantar, para consolidar sin exigir más de lo que cabía, para administrar la buena condición del toro de Algarra al tiempo que sus fuerzas medidas. Se sumergió luego Miguel Ángel en esos terrenos que llaman del toro, pero que le son propios para dimensionar su faena y meter de lleno al público en ella, que le pidió la oreja con fuerza tras cobrar una estocada entera.
 
Aunque la cima de la tarde para Perera llegó en el quinto, al que instrumentó un quite escalofriante por la espalda, sin inmutarse, dejando al azar del juego de sus muñecas toda la suerte de cada lance: todo el cuerpo ofrecido en el quite y dado en cada encuentro. Sostuvo en el punto más alto de la emoción el nivel de la faena en el comienzo en los medios con el pase cambiado por la espalda. Se escapó pronto el de Algarra a los terrenos de su querencia, muy por los adentros, donde Miguel Ángel, como ya hiciera la tarde de Sevilla a su primero, le cuajó muletazos por ambos pitones de una hondura y verdad emocionantes, siendo capaz de sacar el mayor partido posible a esa batalla que el toro sólo quiso plantear si era con sus condiciones y en sus dominios. Aunque si dominio viene de dominar, esos terrenos lo terminaron siendo también de Perera, dueño absoluto de la escena y del pulso. Otro estocada entera y el doble premio que hacía justicia a la actitud y a la aptitud, al momento pleno del diestro extremeño.
 
 
Plaza de Toros de TRUJILLO (Cáceres). Tres cuartos de entrada. Se lidian dos toros de para rejones de LOS ESPARTALES y cuatro para lidia a pie de LUIS ALGARRA.  
 
Diego Ventura: oreja y dos orejas
Miguel Ángel Perera:  oreja y dos orejas  
Cayetano: oreja y ovación
 
 
  
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