El primero de Perera fue un toro muy flojo, que perdió las manos varias veces. Miguel Ángel trató de mantenerlo en pie en base al temple y a llevarlo muy despacio, consiguiendo algunos naturales de buen aire pero que no prendieron la mecha por la nula transmisión del enemigo.
El sexto fue un manso de libro. Perera trató de pararlo y sujetarlo pero el de El Ventorrillo sólo quiso huir. El extremeño tuvo que desistir de plantear faena y lo cazó como pudo con la espada.
A.R. la Infanta Doña Elena.
8ª de Feria de Abril. Lleno en tarde lluviosa. Toros de El Ventorrillo, bien presentados, en tipo y serios. Corrida baja de hechuras. Destacaron por su juego 1º, 4º y 5º. 2º complicado y 3º flojo y sin raza, aunque manejable. El 6º, manso huidizo.
El Juli, oreja (dos vueltas al ruedo) y dos orejas. Salió por la Puerta del Príncipe.
Sebastián Castella, silencio en ambos.
Miguel Ángel Perera, silencio en ambos.
El primero de Perera fue un toro muy flojo, que perdió las manos varias veces. Miguel Ángel trató de mantenerlo en pie en base al temple y a llevarlo muy despacio, consiguiendo algunos naturales de buen aire pero que no prendieron la mecha por la nula transmisión del enemigo.
El sexto fue un manso de libro. Perera trató de pararlo y sujetarlo pero el de El Ventorrillo sólo quiso huir. El extremeño tuvo que desistir de plantear faena y lo cazó como pudo con la espada.
A.R. la Infanta Doña Elena.
8ª de Feria de Abril. Lleno en tarde lluviosa. Toros de El Ventorrillo, bien presentados, en tipo y serios. Corrida baja de hechuras. Destacaron por su juego 1º, 4º y 5º. 2º complicado y 3º flojo y sin raza, aunque manejable. El 6º, manso huidizo.
El Juli, oreja (dos vueltas al ruedo) y dos orejas. Salió por la Puerta del Príncipe.
Sebastián Castella, silencio en ambos.
Miguel Ángel Perera, silencio en ambos.