Aunque ligero de carnes, el tercero, corto de manos, enmorrillado y rematado sin exageraciones, adoleció sus limitadas fuerzas. Con todo, su bravo fondo y la extraordinaria brega de Joselito Gutiérrez propiciaron que el toro llegara al último tercio dispuesto a presentar notable pelea. Después de un inicio de faena marca de la casa -Perera conjugó pases cambiado, por alto y de pecho-, al diestro extremeño le costó regular la exigencia de su toreo. Encontrada la altura, Miguel Ángel cuajó dos ligadas tandas de derechazos embarcados, pulseados y profundos. Con la mano izquierda bajó la intensidad de su actuación. Fue entonces cuando Perera recurrió a los molinetes, circulares y manoletinas que, pese a ser bien acogidos por el respetable, no encontraron el refrendo de la espada. Puede que perdiera una oreja. Quién sabe.
Y el séptimo fue un mulo, el más feo ejemplar del armonioso encierro de 'cuvillo'. Manso en el caballo y a su aire en banderillas, terminó empleándose por el pitón izquierdo descolgado, con ritmo y hondura. Cosas del toro bravo. Incompresiblemente Perera alternó ambas manos, en vez de insistir por el pitón de oro. Lo mejor de su profusa y extensa labor fue una tanda de naturales de mano baja, ceñido trazo, cadencioso compás y medido remate, que no tuvo continuidad.
Plaza de Vista Alegre. Segundo festejo de los actos del Centenario del Club Cocherito de Bilbao.Mas de tres cuartos de plaza.
Cinco toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados salvo el escurrido 5º, y de buen juego en conjunto. 3º y 7º, manejables. Destacaron también el 2º y el 6º. Uno de Ortigao Costa (1º), cuajado, manso y difícil. El 4º, para rejones, de Ángel Sánchez y Sánchez, manso.
José Pedro Prados 'El Fundi', silencio y silencio.
Sebastián Castella, silencio tras aviso y oreja.
Miguel Ángel Perera, saludos tras aviso y ovación tras dos avisos.
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, vuelta al ruedo tras petición.
Se desmonteraron Juan Sierra tras parear al tercero de la tarde y Joselito Ortega en el séptimo.
Aunque ligero de carnes, el tercero, corto de manos, enmorrillado y rematado sin exageraciones, adoleció sus limitadas fuerzas. Con todo, su bravo fondo y la extraordinaria brega de Joselito Gutiérrez propiciaron que el toro llegara al último tercio dispuesto a presentar notable pelea. Después de un inicio de faena marca de la casa -Perera conjugó pases cambiado, por alto y de pecho-, al diestro extremeño le costó regular la exigencia de su toreo. Encontrada la altura, Miguel Ángel cuajó dos ligadas tandas de derechazos embarcados, pulseados y profundos. Con la mano izquierda bajó la intensidad de su actuación. Fue entonces cuando Perera recurrió a los molinetes, circulares y manoletinas que, pese a ser bien acogidos por el respetable, no encontraron el refrendo de la espada. Puede que perdiera una oreja. Quién sabe.
Y el séptimo fue un mulo, el más feo ejemplar del armonioso encierro de 'cuvillo'. Manso en el caballo y a su aire en banderillas, terminó empleándose por el pitón izquierdo descolgado, con ritmo y hondura. Cosas del toro bravo. Incompresiblemente Perera alternó ambas manos, en vez de insistir por el pitón de oro. Lo mejor de su profusa y extensa labor fue una tanda de naturales de mano baja, ceñido trazo, cadencioso compás y medido remate, que no tuvo continuidad.
Plaza de Vista Alegre. Segundo festejo de los actos del Centenario del Club Cocherito de Bilbao.Mas de tres cuartos de plaza.
Cinco toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados salvo el escurrido 5º, y de buen juego en conjunto. 3º y 7º, manejables. Destacaron también el 2º y el 6º. Uno de Ortigao Costa (1º), cuajado, manso y difícil. El 4º, para rejones, de Ángel Sánchez y Sánchez, manso.
José Pedro Prados 'El Fundi', silencio y silencio.
Sebastián Castella, silencio tras aviso y oreja.
Miguel Ángel Perera, saludos tras aviso y ovación tras dos avisos.
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, vuelta al ruedo tras petición.
Se desmonteraron Juan Sierra tras parear al tercero de la tarde y Joselito Ortega en el séptimo.