Miguel Ángel Perera ha conseguido un triunfo de peso en Huelva, donde cortó dos orejas a su primer toro tras una faena importante y estuvo muy por encima del menos colaborador sexto. Todo esto después de hacer el tremendo esfuerzo de comparecer en esta plaza pese a padecer una importante rotura fibrilar en su muslo izquierdo, de la que por fortuna no se resintió.
Esta corrida comenzó con la lectura de un manifiesto en defensa de la fiesta de los toros y en contra de la prohibición de los toros en Cataluña. El momento fue de gran emoción, con los toreros parados a mitad del ruedo y Carlos Herrera dando lectura al texto.
Ese primer toro de su lote embistió con brusquedad en el capote y no le permitió lucirse. El toro fue cuidado en el caballo y quedó muy distraído y sin fijeza. Pese a ello, Perera le hizo un quite por espaldinas y gaoneras tragando mucho. Brindó a José Sánchez Falcón y comenzó con dos espeluznantes pases cambiados por la espalda en los que se pasó al toro a milímetros. Fue toda una declaración de intenciones que dejó bien claro en qué son llegaba a esta cita.
En la primera serie empujó al toro hacia delante con gran temple. Ya en la segunda el toro protestó más, pero el temple de Perera obró el milagro y la tercera serie fue muy redonda. Al natural lo toreó de uno en uno, sin atosigar, y volvió a la derecha para terminar metiéndose en el terreno del toro con un dominio absoluto de la situación. La verdad de ese arrimón, en el que se jugó el tipo, puso a la gente en pie. Un bonito toreo a dos manos precedió a una estocada sin puntilla. Cortó dos orejas a ley.
El sexto se partió un pitón de salida y fue devuelto a corrales. En su lugar salió un sobrero del mismo hierro que no permitió el lucimiento en el capote por salir suelto primero y después ceñirse por los dos pitones.
Perera brindó esta vez al público dispuesto a redondear su tarde. Y de nuevo puso toda la carne en el asador. Lo puso de manifiesto el impactante comienzo con muletazos por alto sin enmendarse, en el que el toro pasó siempre muy cerca del torero. En el toreo en redondo al toro le faltó clase, por lo que Perera tuvo que poner mucho de su parte en un intento de redondear triunfo.
Tuvo mucho mérito cómo alargó los muletazos al natural, aunque esto no trascendió al gran público por la falta de emoción de su enemigo. Perera se empleó a fondo hasta sacar todo el partido posible al animal más mediocre de la corrida de Santi Domecq. Fue una pena que pinchara antes de dejar una estocada, ya que eso puso privarle de otro premio como cierre de la tarde.
Huelva. Segunda de la Feria de Colombinas. Más de tres cuartos. Toros de Santiago Domecq, primero y tercero con el hierro de Ana María Bohórquez, de juego desigual.
Morante de la Puebla, oreja y ovación tras dos avisos.
El Juli, dos orejas y ovación.
Miguel Ángel Perera, dos orejas y ovación tras aviso.
Miguel Ángel Perera ha conseguido un triunfo de peso en Huelva, donde cortó dos orejas a su primer toro tras una faena importante y estuvo muy por encima del menos colaborador sexto. Todo esto después de hacer el tremendo esfuerzo de comparecer en esta plaza pese a padecer una importante rotura fibrilar en su muslo izquierdo, de la que por fortuna no se resintió.
Esta corrida comenzó con la lectura de un manifiesto en defensa de la fiesta de los toros y en contra de la prohibición de los toros en Cataluña. El momento fue de gran emoción, con los toreros parados a mitad del ruedo y Carlos Herrera dando lectura al texto.
Ese primer toro de su lote embistió con brusquedad en el capote y no le permitió lucirse. El toro fue cuidado en el caballo y quedó muy distraído y sin fijeza. Pese a ello, Perera le hizo un quite por espaldinas y gaoneras tragando mucho. Brindó a José Sánchez Falcón y comenzó con dos espeluznantes pases cambiados por la espalda en los que se pasó al toro a milímetros. Fue toda una declaración de intenciones que dejó bien claro en qué son llegaba a esta cita.
En la primera serie empujó al toro hacia delante con gran temple. Ya en la segunda el toro protestó más, pero el temple de Perera obró el milagro y la tercera serie fue muy redonda. Al natural lo toreó de uno en uno, sin atosigar, y volvió a la derecha para terminar metiéndose en el terreno del toro con un dominio absoluto de la situación. La verdad de ese arrimón, en el que se jugó el tipo, puso a la gente en pie. Un bonito toreo a dos manos precedió a una estocada sin puntilla. Cortó dos orejas a ley.
El sexto se partió un pitón de salida y fue devuelto a corrales. En su lugar salió un sobrero del mismo hierro que no permitió el lucimiento en el capote por salir suelto primero y después ceñirse por los dos pitones.
Perera brindó esta vez al público dispuesto a redondear su tarde. Y de nuevo puso toda la carne en el asador. Lo puso de manifiesto el impactante comienzo con muletazos por alto sin enmendarse, en el que el toro pasó siempre muy cerca del torero. En el toreo en redondo al toro le faltó clase, por lo que Perera tuvo que poner mucho de su parte en un intento de redondear triunfo.
Tuvo mucho mérito cómo alargó los muletazos al natural, aunque esto no trascendió al gran público por la falta de emoción de su enemigo. Perera se empleó a fondo hasta sacar todo el partido posible al animal más mediocre de la corrida de Santi Domecq. Fue una pena que pinchara antes de dejar una estocada, ya que eso puso privarle de otro premio como cierre de la tarde.
Huelva. Segunda de la Feria de Colombinas. Más de tres cuartos. Toros de Santiago Domecq, primero y tercero con el hierro de Ana María Bohórquez, de juego desigual.
Morante de la Puebla, oreja y ovación tras dos avisos.
El Juli, dos orejas y ovación.
Miguel Ángel Perera, dos orejas y ovación tras aviso.